9 de abril de 2019

Luciérnagas (29 de Octubre del 2018)

Un viaje de ríos me mueve.
El canto de insectos lo despierta.
Un gallo distraído lo transgrede.
Y algunos anfibios atraen la noche.

Dos ríos confluyen en el centro,
migrantes desde puntos cardinales.
Uno lo regala el cosmos,
el otro lo bendice el subsuelo.
Me llevan al fin del mundo
con una mano en cada remo.

Bajo el atardecer y la primera estrella
existo.
Con la primavera brotando de mis grietas,
no la puedo ocultar.

Soy, sobre el descenso de una barca,
traída de horizontes y vientos prestados.
Soy, flotando en el espejo etéreo del agua
la pieza única del infinito.

Aquel amor que acogió mis vidas
me reconoce y vuelve a abrazarme.

Y mientras las corrientes me guían,
a la desembocadura de este ciclo
lavo las cicatrices y cortezas
donde habitan mis constelaciones
Y me entrego a la unión perfecta
entre los espíritus y las luciérnagas.



Atardecer en el rìo de Nam On, pueblo de Nong Khiaw - Laos

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