2 de abril de 2024

Abril

Que hermoso es el otoño,

desde una banca del parque de Los Reyes.

Que hermoso es observar la sucesión de las cosas.

Las aves escarbando el barro.

El agua del río fluyendo.

Los caminantes de un lado al otro marchando.

Quisiera quedarme un tiempo y descansar,

del tormento de los pensamientos

(como si uno pudiera).

O al menos de la agotadora interacción humana,

que encontró su avaricia en la tecnología.

Tan solo eso, respirar.

La misma brisa que transporta la hojarasca.

Mezclada con el humo de los tubos de escape,

los virus respiratorios, la tierra removida,

y vaya saber uno que más.

La bendigo.

Si pudiera besaría el aire que entra y sale de mi cuerpo,

aquí en este oasis de Abril.

Bendita la tierra que me impide la caída libre.

Bendita esta vieja banca que da descanso.

Benditas estas pobres palomas grises.

Amén de mi consuelo

en este viaje en circulos,

y dolores idénticos que es mi existir.

Patético, cobarde, inmerecido.

Bendigo este pequeño lapso de paz.

Y cuando termine, volveré a apretar los dientes.

Cargaré la mochila de siempre,

y huérfano de mi pasado marcharé.

20 de enero de 2024

Noche en la selva

Es de noche

hay ruidos diversos

el río, los grillos, algo que parece una chicharra,

gotas y geckos.

Insectos, miles de ellos, trepando los alrededores.

No se la hora. Me desvelo.

Y es que pareciera que no hay lecho donde encuentre descanso.


Siento un siseo en mi mente, en forma de voz.

Como un susurro constante, similar al río.

Puedo oír tal turbulencia, 

en forma de palabras atropelladas que no pueden ser seguidas por idioma alguno.

Mis labios están sellados

y mis cinco o diez sentidos ocupados,

siendo conducidos inevitablemente al sopor.


Imágenes vienen,

puedo verme en un espejo imaginario

puedo ver mis restos

mi cara resignada y herida,

mis brazos delgados y sin vigor,

mi cáscara opaca.

Agonía reflejada en un espejo de oscuridad y selva

que aparta su mirada frente a la mía.


La noche viene por mi

con el río y sus fantasmas

con el gecko y sus tinieblas

vienen por mí

en forma de lluvia,

en forma de sueño.