Cuando el humo se sostiene
se expande
de mis labios a las esquinas,
cuando abarca lo sustancial
y evita lo escencial
vivo.
En el límite insostenible
entre desolación y equilibrio.
Dichosas las palabras
que no encuentran su melodía
que no son dichas
ni responden a su sentido.
Me urge una idea
nacida de las corrientes claras
de otras vidas.
Ajena al ajetreo
de hacer danzar estos huesos
y secar estos años.
Penetra como un rayo
quema como las frustraciones
incubadas y expuestas
a mis derrotas.
Tan simple como lejana,
como enterrar tantos muertos.
No es mas que mil voces
día a día
derribando mi fundamento
cosechando lo que no se siembra.
Escupiendo estas paginas
quemando viejas palabras.
Y desterrando
al rincón que un humo distingue
a mi verdad
y a mi corazón que ya no es carne
sino otra palabra en la tinta
que se seca y se olvida.
28 de mayo de 2012
25 de mayo de 2012
20 de mayo de 2012
Semilla
Fuga de verdades
de palabras
incompletamente dichas.
Unica escapatoria
de la maldad oculta en la desgracia,
aquella risueña y esbelta dama
que compone los finales aprobados.
Como el nuestro
que reside ajeno a la superstición
en el rincón oculto a mi esperanza
a mi fé, a mi premonición astuta.
Decorado en tantas batallas,
ahora inútilmente libradas.
Escapa
Como aquella vida que no fue.
Aquella historia de a dos
que siempre escribió un tercero.
La fábula negra de los necios,
siempre tuvo un final hilarante
para el comienzo.
Y yo de espaldas a mis recuerdos
entierro tantas noches
que no serán.
Espero ver brotar
las praderas, los manatiales
un edén sin exilio
de aquel monton de tierra.
Que se contagie con lo sagrado
todo aquello que hoy duele.
Y que florezca
en millones de sonrisas en tu rostro
y en aquel hijo que te da vida.
de palabras
incompletamente dichas.
Unica escapatoria
de la maldad oculta en la desgracia,
aquella risueña y esbelta dama
que compone los finales aprobados.
Como el nuestro
que reside ajeno a la superstición
en el rincón oculto a mi esperanza
a mi fé, a mi premonición astuta.
Decorado en tantas batallas,
ahora inútilmente libradas.
Escapa
Como aquella vida que no fue.
Aquella historia de a dos
que siempre escribió un tercero.
La fábula negra de los necios,
siempre tuvo un final hilarante
para el comienzo.
Y yo de espaldas a mis recuerdos
entierro tantas noches
que no serán.
Espero ver brotar
las praderas, los manatiales
un edén sin exilio
de aquel monton de tierra.
Que se contagie con lo sagrado
todo aquello que hoy duele.
Y que florezca
en millones de sonrisas en tu rostro
y en aquel hijo que te da vida.
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