llueven cálidos los pasos musicales.
En mi ventana sin cristales que defiendan
brota el manantial sagrado de mis venas.
Desde un día seccionado por el rayo
y que abre sus entrañas cubriendo la ciudad
la fatiga inmensa del pasado alegre
descansa con la tristeza del presente.
Allí, a la deriva del pensamiento
acoplado por el viento invernal que sopla
y sopla fuerte, congelando el silencio
para susurrar su canto de solista.
Duerme el pan, duerme el tiempo.
Duermen todos a la espera del renacimiento.
Es el invierno, que acoge al desmedro
y le da sentido a su existir.
Y yo lo entiendo, desde mi ventana
incomprendido y viejo invierno.
Acompañado de la noche indecisa
Mi viajero infinito, sin hogar ni miedo.
No abandones la travesía,
quédate conmigo esta noche.
Lluéveme del Dios que te encomienda
y lávame esta pena con tu partir.
4 comentarios:
que angustia trasmite este hablante
está al borde de la locura y del adiós
intimida
En mi ventana sin cristales que defiendanbrota el manantial sagrado de mis venas.
un sino oscuro y cerrado deja el final
Lluéveme del Dios que te encomienday lávame de esta pena con tu partir.
Intensidad profunda todo el poema
FELICITACIONES!!
es un dark redondo
besitos de luz
reí mucho con tu comentario!
Sabes? hace tiempo llegó la primavera.
Un abrazo.
Un abrazo grande para ti
muchas felicidades!!
que la Navidad haya sido todo un reencuentro en amor y en alegría
y que el 2010 que pronto se nos viene , traiga toda la luz y las mejores energías a tu vida
salud!!
momentos de mi vida se han visto reflejados en tu poema!!! gracias por escribir tan hermoso
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