15 de noviembre de 2024

Vibración (Séptima nota de crecimiento)

Quince de Noviembre

Se abre una puerta donde había un muro.

Puedo observar la luz que surge del otro lugar

iluminando mi cara, mis manos

revelando el cubo que habito, con su pequeña ventana

que da a un pequeño patio en una noche sin estrellas.


Tímidos pasos me acercan

Dos palabras encadenadas

se suceden interminablemente en mi interior.


Quien soy

Quie so

Ques

Q S


Siento la vibración del susurro

enlazado con el agua de mi cuerpo.

En armonía. En silencio.

me acerca a la luz, a lo desconocido.


La paz no está en la respuesta.

La verdad está en la pregunta.


Lo ficticio.

El reflejo detrás de mis ojos.

Mis recuerdos, que tienen vicios.

Errores que lo hacen insostenible.

No tengo fuente confiable

para resolver el enigma

de lo que fui.


Lo real.

Soy lo que trasciende entre dos espacios.

Oscuridad a luz.

Luz a oscuridad.

El viaje es en el primer sentido.

El retorno, quien sabe,

no necesito saber mas.


Persistir en la respuesta equivocada,

es regresar el cubo.

Crear una respuesta diferente,

es sentarse en la cama.

Consagrase a una nueva identidad

Es ocultar la ventana.


En cuerpo y alma ver la puerta

Voluntariamente cerrarla

y persistir en la oscuridad.

Eso es responder quien soy.


Sentir cosquillas en la piel.

Sentir fatiga en las rodillas.

Y el calor de la luz a ojos cerrados.

Es callar.


Quisiera llevarte conmigo

en mi transición.

Y a la vez dejar el dolor

de equivocarme de ser y existir,

pero no se puede vivir en contradicción.

Así que sea donde sea que estés,

el cubo que te refugie

y las ventanas que te entretengan

deseo una puerta para ti.

3 de noviembre de 2024

Noviembre

 En esta situación espacio temporal

Insignificante en la escala cósmica
Le llamo primavera en una vereda de santiago.
Del santiago bonito, de andres bello con pedro de valdivia.
Me acompaña el viento multidireccional
Flores blancas y rojas
Las luces del alumbrado público
La música.

Existiendo en el ahora me disfrazo de fantasma
Y circulo a través de calles semáforos y peatones.
Lejos del hogar
Caminando sin mi cuerpo
Soy lo que el viento no puede tocar.

Algo parecido a un estómago vacío
Mueve mis manos hacia lo que fue mi boca
Pero no pasa nada.
No hay nada que introducir.
Ni nada que sacar.

Puedo ver a las personas sobre vehículos
Oir una charla a mis espaldas.
Puedo sentir
la sensación de sentir y la experiencia de expresar.

Extiendo el tiempo en un largo instante
Con una idea inquebrantable
Y me elevo en la paz.









2 de abril de 2024

Abril

Que hermoso es el otoño,

desde una banca del parque de Los Reyes.

Que hermoso es observar la sucesión de las cosas.

Las aves escarbando el barro.

El agua del río fluyendo.

Los caminantes de un lado al otro marchando.

Quisiera quedarme un tiempo y descansar,

del tormento de los pensamientos

(como si uno pudiera).

O al menos de la agotadora interacción humana,

que encontró su avaricia en la tecnología.

Tan solo eso, respirar.

La misma brisa que transporta la hojarasca.

Mezclada con el humo de los tubos de escape,

los virus respiratorios, la tierra removida,

y vaya saber uno que más.

La bendigo.

Si pudiera besaría el aire que entra y sale de mi cuerpo,

aquí en este oasis de Abril.

Bendita la tierra que me impide la caída libre.

Bendita esta vieja banca que da descanso.

Benditas estas pobres palomas grises.

Amén de mi consuelo

en este viaje en circulos,

y dolores idénticos que es mi existir.

Patético, cobarde, inmerecido.

Bendigo este pequeño lapso de paz.

Y cuando termine, volveré a apretar los dientes.

Cargaré la mochila de siempre,

y huérfano de mi pasado marcharé.

20 de enero de 2024

Noche en la selva

Es de noche

hay ruidos diversos

el río, los grillos, algo que parece una chicharra,

gotas y geckos.

Insectos, miles de ellos, trepando los alrededores.

No se la hora. Me desvelo.

Y es que pareciera que no hay lecho donde encuentre descanso.


Siento un siseo en mi mente, en forma de voz.

Como un susurro constante, similar al río.

Puedo oír tal turbulencia, 

en forma de palabras atropelladas que no pueden ser seguidas por idioma alguno.

Mis labios están sellados

y mis cinco o diez sentidos ocupados,

siendo conducidos inevitablemente al sopor.


Imágenes vienen,

puedo verme en un espejo imaginario

puedo ver mis restos

mi cara resignada y herida,

mis brazos delgados y sin vigor,

mi cáscara opaca.

Agonía reflejada en un espejo de oscuridad y selva

que aparta su mirada frente a la mía.


La noche viene por mi

con el río y sus fantasmas

con el gecko y sus tinieblas

vienen por mí

en forma de lluvia,

en forma de sueño.