Cuando nos sorprenda el otoño... volará
un gélido aliento cantará... y callará
Haremos dos de nuestra voz
y los besos marcharán.
Los muertos desaparecen... olvidados
con tierra los cubrimos... insolentes.
Un Dios avanza en el abrazo
recemos.
Mírame desde los cielos... inmortal
recuérdame de día... no de noche.
Amor que viajas a la memoria
descansa.
1 comentario:
me deja un sabor a incognita este poema, lo asocio a otras realidades y muchas experiencias
pero sí que llegue marzo, y el otoño con sus hojas amarillentas
besitos y luz
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