¿Qué quedará
después que vuelen los tejados,
que arremeta la tormenta de agujas,
que la plaga devore mis escamas?
¿Qué quedará cuando caduquen los tejidos?
*
Cuando las miradas que me observan giren.
Cuando las voces que me hablan callen.
Cuando los recuerdos de mi se olviden.
Cuando los nombres se pronuncien distintos.
*
¿Qué quedará?
El huracán se avecina ominoso.
Lo veo
En cuerpos conocidos que huyen,
en el amor que renuncia a mis besos,
y migra con el viento hacia el calor.
*
Un paisaje sin color.
Un parque sin sonrisas.
Un perro sin cola.
Un lapiz sin tinta.
Quedarán.
*
Como cáscaras de nuez
Repartidas entre la mugre y los vestigios.
Quedarán.
Como una estela indescifrable
de lo que fue y ya no es.
*
Quedarán conmigo.
Mordiendo mis labios.
Quemando mis encías.
Segando mi cabello.
Conmigo.
*
Quedará lo que quede de mi.
Un cuerpo roto.
Desnudo, frágil y hambriento
En medio de la devastación.
*
Quedaré conmigo.
Sin otra alternativa que girar el espejo
y revelarme a mi mismo.
Lo que fue.
Lo que es.
Lo que soy y siempre he sido.
*
Tormenta y tormento unificados
Una existencia mas.
Un nombre mas.
Un revoltijo de dudas mas.
Un uno.
*
Una hoja en la impredecible brisa.
Una vida que improvisa hasta la muerte.
Un fragmento del fractal universal.
*
Entonces y solo entonces
cuando se revelen las verdades
y la tormenta acabe con las ilusiones
emprenderé mi partida
flotando por el río de los designios,
entre el lecho y las estrellas,
y la corriente de la naturaleza
hasta la desembocadura.
*