Un viaje me aguarda
una aventura agradecida a la trinchera.
Por bosques milenarios,
las tierras mas inhóspitas,
y las playas mas hermosas
donde se ocultan sabores desconocidos.
Puedo oler las hojas cada mañana
que la miseria me levanta sin descanso.
El zumbido de los insectos me calma
cada tarde en el horario punta.
Zarpar sin rumbo
hacia el punto inflexible de mi destino.
Me demanda con ahínco
apresúrate, que tu vida no puede aguardarte
tu lugar
que es solo tuyo por derecho.
Donde la gloria de tu vida siempre estuvo
perdida en los meridianos por capricho.
Tan solo cerrando mis ojos te siento
impregnando de humedad mi piel
coloreando mi antigua palidez a su esencia.
Espérame vida,
que la cuenta regresiva terminará
ya podrás acoger mi espíritu cautivo
que enciende mis latidos de sol.
Resérvame un trozo de arena
junto a los roqueríos de la tempestad
para lavar junto al rey del mar
mis restos infinitos de coral.