Si lloviese un verano claro
con las estrellas en el firmamento
¿Qué llovería?
Pareciera en las nubes un susurro.
Si el viento no es un suspiro
¿Quién te agita hojarasca?
Un fluido se desliza bajo la puerta
roba mi sitio y mi calor
¿Quién te envía?
Su adiós me devora el pulso,
pero mi respirar dirige la danza
de aquella hoja en la repisa.
La mirada muerta de la locura
desafía la mía por su sitio
¿Quién ganará?
Quisiera correr, alcanzar el infinito
lejos de la evocación, lejos de ti.
Precipitarme hacia la vida.
Si la tormenta es un sueño vivo
sea como el trueno mi rencor
sea como el frío mi quebranto.
Mas el sol no es un despertar
ni la primavera tu retorno
¿Quién me despertará?