8 de abril de 2025

Cochamó

 Contemplando una mañana estoy

la orilla

la lluvia

el hielo

y finalmente el agua.

Sentado y silenciado,

me permito dormir las voces para oír a los estados de la materia.

me permito ser en la armonía

de miles de piedras inundadas

ramas amputadas

y hojas derrumbadas

lloviendo desde el cenit

para renacer en la corriente.

Utopía

 Espero no ser visto en el vagón del metro

Ni en el cruce peatonal,

en rincones, plazas o basurales

que se extienden en mi transitar.

Espero pasar desapercibido.


 Espero que los adolescentes a mi lado

sigan absortos en la hiperconectividad.

Espero que el guardia de mirada gris

vea un peatón común en mi lugar

Espero que la puerta no me atrape al cerrarse

o se cierre en mi salida.


Quisiera tener un Dios,

de quien esperar un milagro

y que también me haga transparente.

Que mi materia ahora sean átomos de polvo

y que mi aliento sea el humo de un cenicero.

Flotar a través de las multitudes

sin ser notado,

ni que mi sombra enfríe el viento.


Que cosa mas revolucionaria

e infinitamente sencilla

la de desnudarse del mito

sin ojos persecutores ni cámaras infrarrojas

que noten perturbación en el ecosistema.


Permanecer en un éxtasis de silencio y paz,

en medio de estación Los Héroes,

una sala de clases, o un centro comercial.


Sin consecuencias.

Sin ser castigado con el desprecio,

humillado,

o medicado por la ciencia,

por caminar libre de los criterios

y de cualquier otro deseo que no sea mío.


Poder amar con cada célula

el universo que habito

y mi lugar en aquel ciclo imperecedero.

Dañado, herido, imperfecto.

Que belleza erradicar los fracasos.

Poder reír con lo que muere

y llorar con lo que nace.

23 de febrero de 2025

Contramarea (lado B de la séptima)

Veintitrés de Febrero del dosmilveinticinco


Somos rocas entre las olas.

Arenas entre las huellas.

Cadáveres recién nacidos.


Soy las decisiones que escogí.

Seré las decisiones que escoja.

Fui decisiones obsoletas.


No todas mías.

Pero todas mías.


El rumbo existe,

es solo que las señales están ocultas.

Están en la música, en las personas, en el silencio.

Cuando hallas una señal empiezas a rastrear.

Y así es como nace el rumbo.


Hay tiempo para perderse.

Hay tiempo para caer

Hay tiempo para levantarse

Aun hay tiempo para vivir.

Siempre va a haber tiempo para vivir.

Y para soñar.

Es solo que los sueños van cambiando

las historias se olvidan

y el camino nunca es el mismo al del día anterior.


La fuente no es el pasado.

La fuente es tu cuerpo.

Permitir que mude su piel 

y revelar la nueva con otros diseños y colores.

Permitir que las cosas se transformen,

que envejezcan,

que se gasten.

Y que luego de un tiempo impreciso

terminen muriendo.


Paz.

15 de noviembre de 2024

Vibración (Séptima nota de crecimiento)

Quince de Noviembre

Se abre una puerta donde había un muro.

Puedo observar la luz que surge del otro lugar

iluminando mi cara, mis manos

revelando el cubo que habito, con su pequeña ventana

que da a un pequeño patio en una noche sin estrellas.


Tímidos pasos me acercan

Dos palabras encadenadas

se suceden interminablemente en mi interior.


Quien soy

Quie so

Ques

Q S


Siento la vibración del susurro

enlazado con el agua de mi cuerpo.

En armonía. En silencio.

me acerca a la luz, a lo desconocido.


La paz no está en la respuesta.

La verdad está en la pregunta.


Lo ficticio.

El reflejo detrás de mis ojos.

Mis recuerdos, que tienen vicios.

Errores que lo hacen insostenible.

No tengo fuente confiable

para resolver el enigma

de lo que fui.


Lo real.

Soy lo que trasciende entre dos espacios.

Oscuridad a luz.

Luz a oscuridad.

El viaje es en el primer sentido.

El retorno, quien sabe,

no necesito saber mas.


Persistir en la respuesta equivocada,

es regresar el cubo.

Crear una respuesta diferente,

es sentarse en la cama.

Consagrase a una nueva identidad

Es ocultar la ventana.


En cuerpo y alma ver la puerta

Voluntariamente cerrarla

y persistir en la oscuridad.

Eso es responder quien soy.


Sentir cosquillas en la piel.

Sentir fatiga en las rodillas.

Y el calor de la luz a ojos cerrados.

Es callar.


Quisiera llevarte conmigo

en mi transición.

Y a la vez dejar el dolor

de equivocarme de ser y existir,

pero no se puede vivir en contradicción.

Así que sea donde sea que estés,

el cubo que te refugie

y las ventanas que te entretengan

deseo una puerta para ti.

3 de noviembre de 2024

Noviembre

 En esta situación espacio temporal

Insignificante en la escala cósmica
Le llamo primavera en una vereda de santiago.
Del santiago bonito, de andres bello con pedro de valdivia.
Me acompaña el viento multidireccional
Flores blancas y rojas
Las luces del alumbrado público
La música.

Existiendo en el ahora me disfrazo de fantasma
Y circulo a través de calles semáforos y peatones.
Lejos del hogar
Caminando sin mi cuerpo
Soy lo que el viento no puede tocar.

Algo parecido a un estómago vacío
Mueve mis manos hacia lo que fue mi boca
Pero no pasa nada.
No hay nada que introducir.
Ni nada que sacar.

Puedo ver a las personas sobre vehículos
Oir una charla a mis espaldas.
Puedo sentir
la sensación de sentir y la experiencia de expresar.

Extiendo el tiempo en un largo instante
Con una idea inquebrantable
Y me elevo en la paz.









2 de abril de 2024

Abril

Que hermoso es el otoño,

desde una banca del parque de Los Reyes.

Que hermoso es observar la sucesión de las cosas.

Las aves escarbando el barro.

El agua del río fluyendo.

Los caminantes de un lado al otro marchando.

Quisiera quedarme un tiempo y descansar,

del tormento de los pensamientos

(como si uno pudiera).

O al menos de la agotadora interacción humana,

que encontró su avaricia en la tecnología.

Tan solo eso, respirar.

La misma brisa que transporta la hojarasca.

Mezclada con el humo de los tubos de escape,

los virus respiratorios, la tierra removida,

y vaya saber uno que más.

La bendigo.

Si pudiera besaría el aire que entra y sale de mi cuerpo,

aquí en este oasis de Abril.

Bendita la tierra que me impide la caída libre.

Bendita esta vieja banca que da descanso.

Benditas estas pobres palomas grises.

Amén de mi consuelo

en este viaje en circulos,

y dolores idénticos que es mi existir.

Patético, cobarde, inmerecido.

Bendigo este pequeño lapso de paz.

Y cuando termine, volveré a apretar los dientes.

Cargaré la mochila de siempre,

y huérfano de mi pasado marcharé.

20 de enero de 2024

Noche en la selva

Es de noche

hay ruidos diversos

el río, los grillos, algo que parece una chicharra,

gotas y geckos.

Insectos, miles de ellos, trepando los alrededores.

No se la hora. Me desvelo.

Y es que pareciera que no hay lecho donde encuentre descanso.


Siento un siseo en mi mente, en forma de voz.

Como un susurro constante, similar al río.

Puedo oír tal turbulencia, 

en forma de palabras atropelladas que no pueden ser seguidas por idioma alguno.

Mis labios están sellados

y mis cinco o diez sentidos ocupados,

siendo conducidos inevitablemente al sopor.


Imágenes vienen,

puedo verme en un espejo imaginario

puedo ver mis restos

mi cara resignada y herida,

mis brazos delgados y sin vigor,

mi cáscara opaca.

Agonía reflejada en un espejo de oscuridad y selva

que aparta su mirada frente a la mía.


La noche viene por mi

con el río y sus fantasmas

con el gecko y sus tinieblas

vienen por mí

en forma de lluvia,

en forma de sueño.

21 de septiembre de 2023

Resaca del fin de los tiempos

Una enorme, fea y nauseabunda resaca

es mi avergonzado despertar.

Cefalea

Polidipsia

Reflujo.

El olor a cigarro y a papas fritas.

La billetera abierta y el celu perdido.


Lo peor de la resaca,

es que no es una enfermedad.

No tiene el derecho que tiene el dolor,

a ser aliviado y compadecido.

Al contrario, la resaca es una culpa

disfrazada de intoxicación.

La resaca es un castigo

disfrazado de compromiso del estado general.

Nadie toma en serio al afectado

a menos que haya sido forzado a carretear

(nunca me ha pasado).


Me fuí de fiesta siendo joven

no me detuve.

No me detuve porque no sabia qué festejaba

hasta que la persona del espejo se me hizo vieja.


¡Qué desperdicio!

Tantas fiestas, drogas y amores vividos

hoy sin mayor sentido que el de ser recuerdos,

y un consuelo pobre para mi deteriorado ser.


Y no voy a cerebrar con anhelos,

ni ha romantizar con lo que ya pasó

asi que los recuerdos quedaran en las fotos

y las fotos quedaran en algún respaldo virtual.

Mejor así que sufrir por el presente

marchando sin norte como un cadaver perfumado.


Adios desenfreno y excesos,

que no fueron tales, pero se entiende.

Gracias por paliar mi pena

lo mejor que se pudo.

Ahora a sufrir en grande

como en los viejos tiempos, con culpa.

Vieja escuela, pero ahora con mas cabeza

agüita y paracetamol.


25 de enero de 2023

De cena hay arroz

17 de Julio, 21:32 horas.
Avenida Once de Octubre 125, departamento 303.
Santiago.

Cocinándose un alimento en el sartén.
Arroz variedades de sobre.
El hambre no falla.
El fuego no falla.
El vino sí.

Me percato de la incomodidad en mi espalda
que está apoyada en el respaldo de un banquillo desproporcionadamente alto para el trasero de quien lo sienta, sentó y sentará.
Mi espina encorvada aguarda que la cena se cocine a si misma.
Si las vertebras hablaran...
(O el hígado).

Pronostico una competencia entre la cocina y el asiento.
Dicho de otra forma, entre el aburrimiento y la incomodidad.
Opto por lo segundo
mientras recuerdo el invierno en Guatemala.
No veo las avispas en el basurero.
Ni las hormigas en el pan.
Ni las polillas dándose de cabeza contra la ampolleta.

Veo algo parecido a las polillas, son mas pequeñas y lentas.
Salen del mueble donde guardo el arroz
que estoy cocinando.

Que devastadora es la cocina en Santiago.
Es lenta, como ropa que no seca,
marginadora, como la gripe
y aburrida, como el día que acaba a las seis.

Que pena que lo que cae del sartén no sea devorado.
En lugar de eso queda en el piso, listo para ser aplastado
y luego atravesar su metamorfosis durante los días siguientes
hasta su fase final como imago de la mancha.
O lo que venga después (un hoyo, qué se yo).

Ya esta listo el arroz.
Esta bueno, no le faltaron ganas (Que detalle el de la cocina sin moscas).
Le falto lluvia. Le falto selva.
Pero esta bueno. Sabor a retorno. 

17 de enero de 2023

Huevo

Desperté en el suelo.
Estaba desparramado y abierto
Mi contenido se vaciaba en el suelo.

No lo pude recoger, quedo ahí
como un vestigio innegable del mal dormir.
Así que encaje mis partes y me vestí.

Camino al trabajo note mi ropa húmeda
la polera viscosa, la ropa interior mojada
noté que mis grietas seguían drenando.

Y goteando
De forma macabra, se podía seguir mi rastro
y hallarme al final del camino de manchas.

No se detiente
cuando hay fuga solo queda disimular
para no ensuciar a los que están cerca.

Acomodar el cascaron
Aplicar desodorante ambiental
y sonreír.